Cada vez más cosas tienen su día. Desde un territorio, una comida, una expresión facial o hasta un útil de escritura…

La fresa es una fruta empleada en gran cantidad de cócteles que se utiliza principalmente por el toque dulce que aporta a los combinados y la vistosidad extra que añade. Y hoy queremos que este ingrediente sea el protagonista, por ello te proponemos cuatro maneras distintas de preparar un gin tonic con fresas, cuatro formas de hacer el clásico combinado con este delicioso ingrediente.
Gin tonic de fresas maceradas
Para el gin tonic de fresas maceradas, uno de los más fáciles, necesitaremos una ginebra clásica, tónica premium y fresas. En una coctelera o vaso mezclador introduciremos pequeñas rodajas de fresa, las machacaremos ligeramente y añadiremos unos cinco centilitros de ginebra. Dejaremos macerar la ginebra con las fresas unas horas, según la intensidad de sabor que queramos en la ginebra, añadiremos hielos y agitaremos con fuerza.
El resultado lo colaremos en una copa de balón previamente enfriada, añadiremos hielos, verteremos con delicadeza la tónica y, para finalizar, añadiremos unas láminas de fresas como presentación.
Gin tonic de fresas con Campari
Para los que deseen probar un gin tonic con fresas pero les espanta lo dulce, este gin tonic de fresas con Campari puede ser la solución. El aperitivo italiano, con su característico toque amargo, rebajará el sabor que pueda empalagar a más de uno.
Para elaborarlo simplemente necesitaremos añadir unos cuantos hielos a una copa de balón previamente enfriada, incluir un par de láminas de fresas, uno o dos golpes —al gusto— de Campari, los cinco centilitros clásicos de ginebra y, para acabar, la tónica.
Gin tonic con licor o jarabe de fresas
Si lo dulce es lo nuestro, este gin tonic con licor o jarabe de fresas nos encantará. En una copa de balón previamente enfriada, como siempre, colocaremos cubitos de hielo hasta cuasi llenarla, en este caso añadiremos los cinco centilitros de ginebra primero, luego añadiremos el sirope o el jarabe de fresa al gusto, según nuestras preferencias, y dejaremos caer dos cucharaditas. Removeremos ayudándonos de una cuchara mezcladora para que el sirope o el jarabe se mezclen bien con la ginebra y, ya sí, verteremos la tónica de nuestra elección.
Gin tonic con fresas
El gin tonic de fresas es el más sencillo de todos los que hemos hecho y es, sin duda, el que menos misterio tiene. En una copa de balón previamente enfriada introduciremos hielos hasta cuasi llegar a la boca, añadiremos la ginebra que hayamos escogido, nuestra tónica favorita y remataremos con unas láminas de fresa semisumergidas. ¡Así de sencillo haremos este gin tonic tan delicioso!