Como suele pasar con esto de los días internacionales de lo que sea, a excepción de los más importantes normalmente…

Mezclar acertadamente ginebra y tónica no es cualquier cosa. No se trata de echar unos cubitos de hielos en una copa, añadir un poco de ginebra, rellenar con tónica, colocar una rodaja de limón y ya, hacer un gin tonic es mucho más; conseguir el gin tonic perfecto es muchísimo más.
Y el problema no es una elaboración complicada, unas proporciones endiabladas o unos ingredientes que haya que buscar en el lugar más remoto del planeta, se trata de saber qué se está haciendo, conocer la materia prima y, sobre todo, hacerlo con mucho cariño.
Las cinco claves para el gin tonic perfecto
- Ginebra y tónica amigas: Para lograr el gin tonic perfecto no vale coger la primera ginebra que encontremos y mezclarla con la tónica que tengamos más a mano, preparar un gin tonic requiere respeto por los ingredientes, respeto por sus matices, por ello, necesitamos emparejar una ginebra y una tónica que liguen entre sí y no entorpezcan sus respectivas cualidades.
- Ingredientes fríos: Alguna que otra vez hemos hablado sobre la importancia del hielo, ¿recuerdas? Pues tan importante es que el hielo que utilicemos sea de calidad como que la ginebra y la tónica estén frías; es indispensable. ¿Por qué? Porque una ginebra y/o una tónica calientes provocarán que el hielo se deshaga más pronto y el gin tonic quede más pronto que tarde aguado.

- Respeto por el carbónico de la tónica: No hace falta hacer cabriolas ni absurdas liturgias con la tónica, porque ya sabemos que lo de la cucharilla trenzada es un mito, pero sí debemos verter a la inseparable compañera de la ginebra con sumo cuidado. El día que bebas un gin tonic con una tónica desventada lo notarás, te lo aseguramos.
- No crees interferencias: Ni en forma de añadidos potencialmente distorsionadores como frutas, golosinas, botánicos, demasiado limón… Todo en su justa medida y siempre teniendo en cuenta que el gin tonic resulte coherente organolépticamente hablando; no queremos una ensalada ni una colonia.
- No pasarse en las medidas: Lo poco gusta y lo mucho cansa y hasta puede ensombrecer lo que podría ser un gin tonic perfecto. De media, debemos tener en cuenta que para un gin tonic habitual, en una copa de balón estándar, debemos verter 5 centilitros de ginebra, ni más ni menos. Aunque podemos variar esta medida dependiendo de su grado alcohólico, gusto personal o etc, no deberemos poner menos de 4 centilitros ni más de 7 para aproximadamente 20 centilitros de tónica.
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