Cada vez más cosas tienen su día. Desde un territorio, una comida, una expresión facial o hasta un útil de escritura…

El Gin Tonic es ya sumamente conocido, pero hay ciertos aspectos que pasamos por alto o no les prestamos la suficiente atención. Aquí, las 5 cosas que (tal vez) no sabías sobre el Gin Tonic, pero deberías saber...
Necesita sí o sí una copa de balón…
…o en su defecto, si nos apuras demasiado, un vaso ancho (pero sólo en caso de emergencia, sólo si las copas de balón del mundo se han extinguido). La razón básica por la que un Gin Tonic necesita una copa de balón es bien sencilla: este trago necesita oxigenarse, y la boca y forma de esta copa le viene como anillo al dedo.
Y por si fuera poco, al tratarse de una copa, cogerla por el cuello logra que no calentemos el combinado antes de tiempo, como podría pasar con un vaso.
Hielo, buen hielo
Si el MI6 no era nada sin Bond, James Bond, el Gin Tonic tampoco lo es sin hielo, un buen hielo. Es indispensable. ¿Te imaginas una copa con hielos hecho con agua del grifo? ¿Te gusta el sabor a cal? Haznos caso, hazlos con agua mineral e incluso si quieres, macera alguna especia, pero sé consecuente con lo que estamos tratando: uno de los elementos más importantes de un Gin Tonic (y de un cóctel), aunque no lo parezca.
Cáscara de limón, no rodaja ni zumo
¿Alguna vez te han metido una rodaja de limón en tu copa como se hacen con los refrescos? Pues tal vez no has ido a pedir un Gin Tonic al lugar adecuado o su concepción del cóctel es muy suya. El Gin Tonic necesita limón, pero limón en forma de cáscara, no en rodaja ni tampoco en zumo, lo afirman todos los expertos (aunque si comparas, tú también lo afirmarás).
A la tónica no le van los saltos al vacío
Aunque tú seas un auténtico aventurero y te apoyes en las barras más dudosas dispuesto a tragar el peor garrafón, a la tónica de tu Gin Tonic no le va ese rollo, y prefiere la delicadeza. Para que tu Gin Tonic sea perfecto necesita que la tónica pierda la menor burbuja posible, y eso lo consigues vertiéndola con la copa de la botella lo más pegada posible a los hielos; nada de lanzarla desde alto o a través de cucharilla trenzada.
Tras comer o cenar, va mejor
Vale vale, coincidimos contigo en que nunca es mal momento para tomar un Gin Tonic, pero paladearlo tras una gran comida o cena, es un placer solamente comparable a… eso que te puedes imaginar. Así que sí, ve a ingerir los más suculentos alimentos a un buen restaurante cuando te dé la gana y, en la sobremesa, pide un Gin Tonic. No te arrepentirás. Y además, dicen que es digestivo…