
El mundo occidental no está acostumbrado a ellos, pero en otras partes del planeta los insectos forman parte de la dieta de miles de personas gracias, principalmente, a su alto contenido proteico.
Y precisamente hacer desaparecer prejuicios, alejar miedos y convencer de su valor es lo que pretende la unión de la organización sin ánimo de lucro Nordic Food Lab, enfocada en la investigación de la diversidad alimenticia, y la destilería The Cambridge Distillery, especializada en ginebras de tipo inglés, para producir Anty Gin.
Como su nombre deja deducir y la decoración de su envase se encarga de corroborar, Anty Gin es una ginebra elaborada con hormigas, concretamente con Formica rufa, la conocida como hormiga roja de la madera o europea.
Cada una de las botellas de este gin contiene la esencia de seis decenas de estos insectos, presentes en los bosques del hemisferio norte, que aportan al destilado ácido fórmico, feromonas y otras sustancias. Estas, en combinación con otros botánicos más convencionales como el trigo, las semillas de apio o las ortigas, proporcionan según el maestro destilador, Will Lowe, aromas y sabores nunca antes vistos en una ginebra.
El secreto, apunta la destilería, está principalmente en la reacción que se produce en el ácido fórmico al entrar en contacto con el alcohol.
En principio de Anty Gin —que por cierto es la primera ginebra del mundo elaborada con hormigas, nunca se había hecho— solamente iban a producirse 99 botellas, pero dado el éxito que ha obtenido y la reacción del mercado desde que fuese lanzada el noviembre pasado, se elaborará sin limitaciones mientras la demanda exista.
El coste de la botella de setenta centilitros ronda los 250 euros, pero su originalidad, el trabajo artesanal que lleva a las espaldas y la investigación necesaria para producirla bien los vale.