
En diversas ocasiones hemos hablado sobre la liturgia que envuelve la preparación de un combinado, especialmente la que envuelve la preparación de un Gin Tonic. Parafernalia para algunos o atractivo valor añadido para otros, preparar un cóctel de una manera especial nunca deja indiferente; nos guste más o menos.
Lo normal, al menos en nuestro país, es ver cómo se utilizan chucharas trenzadas para la tónica y pinzas para manejar, por ejemplo, el limón, pero ahora ha entrado en el mundo de la hostelería un nuevo elemento que para muchos ya se ha hecho imprescindible, el Articube.
Para que nos entendamos, Articube es una máquina enfriadora de copa, ni más ni menos, pero nada parecido a algo que hayamos visto. Este aparato desarrollado por Gaugor y Calderería César, y puesto a prueba con éxito por el centro tecnológico Azti-Tecnalia, es capaz de enfríar en escasos segundos una copa hasta los 55 grados bajo cero y unos hielos hasta 70 bajo cero.
Articube utiliza un tipo de gas carbónico, el anhídrido carbónico alimentario, que no entraña ningún peligro para el consumidor y es capaz de mantener durante 10 minutos un cóctel a una temperatura de -2,3ºC.
Y no sólo mantiene esa óptima temperatura durante la primera decena de minutos, porque Articube garantiza, según sus creadores, que durante al menos 30 minutos más el combinado no bajará de 1,1ºC. Una temperatura perfecta para aquellos que odian una copa caliente al momento de tenerla en mano. Liturgia justificada en este caso, ¿no?