Como suele pasar con esto de los días internacionales de lo que sea, a excepción de los más importantes normalmente…

Al igual que un Gin Tonic no puede prepararse de cualquier manera, un Gin Tonic no puede tomarse de cualquier manera. Llámalos normas inamovibles, recomendaciones de tu barman, reglas del bar o consejos de un amigo, pero son claves para disfrutar al máximo del Gin Tonic perfecto que tienes entre manos. Aquí empezamos la primera entrega:
Ten una ginebra favorita
Sí, ten una ginebra favorita; o varias. Aunque te guste probar diferentes ginebras cada vez que pides un Gin Tonic, nunca viene mal estar enamorado de una en particular.
La indecisión te puede poner la zancadilla y hacer que elijas un gin que no te gustará tomar.
Di no a las ensaladas

Como hemos dicho más de una vez, un Gin Tonic es ginebra, tónica y poco más, no una ensalada, no una sarta de bayas, ramitas de no-sé-qué y gominolas de ositos.
Un Gin Tonic es lo que es y tú lo sabes, así que evita los locales ensaladeros o avánzate al vertido de cosas en tu copa; el barman no se molestará (e intenta que no te arruinen el Gin Tonic).
Logra la medida perfecta
Tal vez en un local esto es totalmente incontrolable, pero en casa, donde seguro que te preparas tus cosas, que lo sabemos, mide muy bien la cantidad de ginebras que vayas a meter en tu copa.
Unos 5 centilitros debe ser la medida más o menos perfecta. Luego va al gusto, pero esta cifra es una buena orientación para llagar a tu medida ideal.
Bebe con paciencia e inteligentemente

De nada vale beber sin contención, trgando un Gin Tonic tras de otro, para acabar por los suelos, viendo doble y sin saber distinguir la ginebra y tónica que has pedido del líquido de frenos de tu coche.
Bebiendo, dicen que menos es más. Al menos, lo (o los) apreciarás mejor.
Elige bien el momento
Tomar un Gin Tonic un lunes por la tarde mientras tus colegas van a cervezas, tal vez, no es la mejor opción. Busca el momento, busca el motivo, busca la experiencia, busca el placer, busca el segundo en el que un trago te hará volar... Tú, el Gin Tonic y el universo. No hace falta mucho más, o tal vez sí.
Me gustaría que me dijeseis que os parecen las tónicas que venden en el LIDL