
Muchas veces la clave de sacar a flote un negocio estancado está en la reinvención. La reinvención con imaginación, con ganas de hacer cosas nuevas y hacerlas triunfar. Un pensamiento algo similar tuvieron en la empresa hispalense Anís Los Hermanos cuando, tras mucho tiempo intentando relanzar sus anises de mil y una formas, pensaron que pasarse a la ginebra no era mala opción.
Pero subirse al carro de una moda sostenida en el tiempo no es sinónimo de éxito ni mucho menos y para ganarse un hueco en un sector tan concurrido es necesario tener ese algo que te hace diferente, ese algo que te señala, ese algo que te permite hacerte con un puesto. Ese algo fue un producto tan común en Andalucía —y prácticamente toda España— como las fresas de Lepe, un pueblo que suena a chiste pero que a esta empresa de Carmona le ha supuesto un éxito muy serio.
La idea que tuvieron fue la de macerar las fresas al igual que se maceran las uvas en algunos anises y, al menos al principio, el resultado dejaba mucho que desear. Las pruebas con este producto del campo onubense continuaron y, gracias a un error, dieron con la fórmula que hoy en día consigue su ginebra de fresa en su destilería de 1880, la Puerto de Indias Fresa.
Las 1.400 botellas de 70 centilitros de la primera producción se terminaron en dos semanas. Las siguientes 2.800, de la segunda, en semana y media. En tres meses llegaron a las 12.000 vendidas. Desde entonces esta ginebra con tan dulce sabor se ha hecho un hueco en su comunidad, poco a poco se lo va haciendo en el resto de España y en Europa ya ha entrado con fuerza, nada más y nada menos que en la cuna de la ginebra, Reino Unido.
Según Anís Los Hermanos, la venta en territorio inglés avanza a buen ritmo y aunque acaban de empezar, están logrando llegar a importantes bares y distribuidores. Sus planes de expansión pasan ahora por reforzar la presencia en todo el país, llegar a Portugal y empezar a tentar el terreno en Suiza y otros países del entorno.