
Con los orígenes fijados en el siglo XVIII durante la época de dominación británica de Menorca, cuando los artesanos mahoneses empezaron a importar enebro para hacer con alcohol viníco propio del Mediterráneo esa bebida que volvía locos a los ingleses, la ginebra, entrado el siglo XX la ginebra Xoriguer inició su historia.
Recogiendo la esencia de ese destilado que hasta entonces no había salido de las tabernas que sirvieron a marineros y soldados de la Gran Bretaña, creando para ella un característico caneco de vidrio verde y poniendo todo el saber hacer que demostraron los destiladores menorquines durante cuasi tres siglos, la ginebra de Mahón salía de la isla.
Y es ahora, disfrutando de un reconocimiento amplio en todo el país, cuando Gin Xoriguer quiere dar un salto para posicionarse como una de las grandes referencias internacionales de la mano de una nueva carta de cócteles ideada por su embajador de marca, José Carlos Camps, y llevada a cabo por grandes bármanes como Natalia García del Boca Chica, Juanillo Falcón de La Creperie, Alberto Pizzaro del Bobby Gin, Juan Valls de El Niño Perdido, Borja Cortina de Varsovia Bar y Joao Eusebio en el proyecto Menorca Auténtica.
Esta nueva etapa quiere resultar en un aumento de la proyección fuera de nuestras fronteras y las exportaciones, que en la actualidad suponen el 15 por ciento de las ventas, y la consecución de una posición privilegiada entre las ginebras más populares en nuestro país, donde en la actualidad el gin tonic sigue siendo el combinado estrella.
Porque si hecha pomada está riquísima, con tónica no queremos ni imaginarlo.